Ermua

 

Estos vídeos y pinturas pertenecen al proyecto Ermua. Ermua remite a un paisaje:

La escena corresponde al Monte Ermua en Gorliz, Vizcaya. Es verano. Unas sábanas blancas cuelgan de los árboles. Apenas se nota el viento dentro del bosque, pero es evidente que este sopla afuera, haciendo que las nubes se muevan rápidamente y la luz cambie de manera brusca. La escena es registrada durante 18 minutos con un plano fijo. Después, en el taller, el resultado del vídeo es colocado frente al gesto pictórico. Se pinta siguiendo el movimiento. El vídeo proyectado sobre el resultado de la pintura se graba nuevamente. El resultado vuelve a proyectarse y vuelve a pintarse.

Así, el gesto se repite y deviene en bucle. Nuevamente, pintura, grabación, pintura… hasta no saber si se está pintando, grabando o quizás simplemente mirando. Cuantas más capas de pintura, más negro se vuelve el fondo. La pintura se va quedando pegada en el aire y se van haciendo más evidentes las líneas que dibujan el paisaje. Cuando se va la luz, solo las sábanas permanecen ahí, blancas o azuladas. El ojo espera la llegada de otro rayo de luz, pero cuando este llega, el lugar está completamente pegado. Parece otro sitio y hay que volver a empezar. Por lo general, es así como comienza. Y así como continúa. Nunca sé cómo puede terminar, y ni si necesita ser terminado.

Ermua, pudo verse en 2018, en la colectiva “Azimuth” en el Cultuurcentrum de Hasselt, Bélgicay después en el Programa de Mediación de Getxoarte 2019.

 

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These videos and paintings belong to the Ermua project. Ermua refers to a landscape:

The scene corresponds to Mount Ermua in Gorliz, Vizcaya. It’s summer. White sheets hang from the trees. The wind is barely noticeable inside the forest, but it is clearly blowing outside, causing the clouds to move quickly and the light to change abruptly. The scene is recorded for 18 minutes with a fixed shot. Later, in the workshop, the result of the video is placed in front of the pictorial gesture. It is painted following the movement. The video projected on the result of the painting is recorded again. The result is projected again and repainted.

Thus, the gesture is repeated and becomes a loop. Again, painting, recording, painting… until you don’t know if you are painting, recording or perhaps just looking. The more layers of paint, the blacker the background becomes. The painting becomes stuck in the air and the lines that draw the landscape become more evident. When the power goes out, only the sheets remain there, white or bluish. The eye waits for the arrival of another ray of light, but when it arrives, the place is completely glued. It looks like another place and you have to start over. That’s usually how it starts. And just as it continues. I never know how it can end, or if it needs to be ended.

Ermua, could be seen in 2018, in the collective “Azimuth” at the Cultuurcentrum in Hasselt, Belgium and later in the Getxoarte Mediation Program 2019.